lunes, 2 de mayo de 2016

Franco Vinciguerra y Francisco Arraiz charlaron con Pisando Línea


Pisando Línea charló con Franco Vinciguerra y Francisco Arraiz, marplatenses campeones con la selección de Buenos Aires del Torneo Argentino U14, sobre la experiencia en el viaje, sus vidas y sus próximos objetivos. También, otra parte de la nota en video.


Pisando Línea:- ¿Cómo fue la experiencia del viaje a Mendoza, con un grupo de compañeros que no son los habituales, ya que ambos fueron reclutados para jugar en la selección?

Franco Vinciguerra:- Primero empezamos en Junín los siete chicos que veníamos de otras ciudades, y nos llevamos muy bien, desde el primer momento nos llevamos bárbaro, hubo buena onda con todos. En Mendoza se notaba ya la amistad que había entre nosotros dentro y fuera de la cancha siempre apoyándonos, alentándonos. Y obvio que afuera también había un poco de “joda”.

Francisco Arraiz:- Fue clave para llevarnos bien haber convivido una semana con los que eran de afuera. Y con los compañeros de Junín fue clave juntarnos después de los entrenamientos en la casa de algunos chicos  a merendar, etc. Eso ayudó mucho a la unión del grupo.

P.L.- Van a un torneo deportivo, pero debe ser difícil para el cuerpo técnico controlar a un grupo de chicos de su edad en un viaje.

F.V.- No era necesario, éramos conscientes del torneo que estábamos jugando. No hacíamos cosas raras, charlar bastante, gritar un poco. Nos comportamos bastante bien durante todo el torneo. Hubo una buena conducta.

F.A.- Hubo mucho juego de truco, todo el día jugando estábamos. Aprendimos a cartearnos y ahora acá en Mar del Plata les ganamos a todos, igual no jugábamos en pareja sino mucho uno contra uno. También pasábamos el tiempo libre contando chistes, escuchando música.




P.L.- Vieron varios equipos y jugadores, ¿cómo están en relación con el básquet de Mar del Plata y la zona?

F.V.- De la zona que nos tocó a nosotros y de los rivales de cuartos en adelante, no vi muchas diferencias entre jugadores. No había jugadores que saquen grandes diferencias y fuesen imparables. Era muy pareja la forma de jugar. Sí hubo diferencias en altura, sobre todo en Santa Fe.

F.A.-  Fue un grupo difícil, duro, pero había mucha regularidad, cualquiera le podía ganar a cualquiera. No había un jugador determinante.

P.L.- En sus categorías locales no varían mucho los rivales y equipos, lo que quizás no ayuda a un progreso mayor. ¿Les sirve enfrentar gente nueva?

F.A.- Sí, te sirve mucho porque no los conoces, no sabes cuándo defendés si tal rival sale para la derecha o la izquierda, estás más atento, además son todos jugadores de muy bien nivel. En Mar del Plata ya conoces los rivales y qué jugadores van a tirar generalmente y se vuelve un poco más aburrido.

P.L.- No sólo gente nueva, sino otras ciudades, ¿pudieron recorrer Mendoza?

F.V.- Estuvimos en Maipú, en San Carlos, pero recorrimos muy poco. Tal vez más en Las Heras donde fue la presentación del torneo y fuimos con los chicos en colectivo pero no paseamos tanto. Eran bastante lindas las ciudades pero con mucho frío.



P.L.- ¿Franco a qué se debió el cambio de Unión a Peñarol?, ¿qué motivos te impulsaron a cambiar?

F.V.- La verdad que el cambio fue por una apuesta al desarrollo individual que hice yo. Fui al campus en Peñarol ya que mi papá tiene una relación con el negro Echevarría de más de 30 años, y me interesó mucho el trabajo de técnica individual que hacían. Fue más que nada por eso, por mi desarrollo individual, no porque Peñarol tenga mejor equipo o porque sea un equipo de Liga Nacional. El trabajo individual en Peñarol se entrena con mayor intensidad. Este club quizás le da mucha más importancia a esa faceta del juego.

P.L.- Juegan hace rato, ¿Cómo ven el básquet marplatense?

F.A.-  Yo lo veo muy bien. Cuando salís a jugar afuera a un torneo zonal muy pocos equipos ganan el torneo por fuera de Mar del Plata, y cuando vas al provincial, Mar del Plata siempre está luchando los primeros puestos, y sus jugadores son reclutados generalmente como ahora pasó con nosotros.

F.V.- Hay un buen nivel en Mar del plata, tanto cuando participa en un zonal con la selección o con clubes. Hay buen nivel y también un buen semillero.

P.L.- El problema es que siempre monopolizan las definiciones los mismos equipos.

F.A.- Eso es verdad, sobre todo en las categorías más grandes los jugadores buenos de cada club se van a Quilmes o a Peñarol o se van afuera para poder ser profesionales.

P.L.- Franco te reconoció Peñarol antes de un partido de Liga nacional, imagino que te dio una gran alegría.

F.V.- La verdad fue una alegría inmensa que el club te reconozca,  más en un partido de liga nacional con Gimnasia de Comodoro Rivadavia que es un partidazo. Muy contento, porque el club está interesado en el progreso de todos los chicos, está informado.




P.L.- ¿Cómo es la vida de cada uno por fuera del básquet?

F.V.- En Peñarol este año sume muchas horas de entrenamiento, entreno todos los días, a veces  doble turno. Además estudio inglés dos veces por semana y obviamente voy al colegio Juvenilia a la mañana. Me va bien, quizás se complicó un poco por estas dos semanas que estuvimos afuera, asique tengo que ponerme las pilas para recuperar el tiempo.

F.A.- Yo voy a la escuela, obvio. Estaba estudiando inglés pero tuve que dejar. Entreno todos los días menos los miércoles  en el gimnasio, y además entreno también en el club con tres categorías, y a veces dos porque no llego a juveniles ya que termino muy cansado.

P.L.- ¿Se han planteado objetivos en el básquet a largo plazo, han pensado vivir de esto?

F.V.- Uno progresando día a día va abriendo caminos y las posibilidades van llegando. Obvio que uno siempre se plantea  objetivos en el año, selección marplatense, etc., pero si uno va progresando las puertas se abren solas.

F.A.- Yo pienso parecido, obvio que siempre querés ser jugador de Liga Nacional pero si te pones objetivos cortos y los cumplís estás mejor. Para la liga faltan muchos años, pero el objetivo de jugar un argentino y ganarlo te dan muchas más ganas de seguir creciendo.


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