lunes, 19 de diciembre de 2011

Acá estoy yo

Con un Juan Pablo Sanchez imparable, Sporting venció por 76 a 74 a Peñarol en el segundo juego de la final del Torneo Oficial y recuperó la ventaja de localía.




Le pagó con la misma moneda. Con una rotación acotada, Sporting pudo destrabar sobre el final un encuentro que tuvo de todo. Ahora habrá que esperar cuando se juega el tercer partido, que está programado para el martes pero existen intenciones de modificar el cronograma.

Comenzó mejor la visita, con un Juan Pablo Sánchez que desde el inició se hizo sentir. El ex jugador de Peñarol y Quilmes, entre otros, fue incontrolable para el conjunto local. El escolta rompió hacia el canasto, encontró tiros abiertos y tomó parte en todas las ofensivas. Además, cada vez que la defensa milrayita intentó frenarlo con falta, Sánchez no erró desde la línea. Con17 puntos de los 23 de Sporting, Juampi fue una pesadilla para un Peñarol que, en cambio, no tuvo un jugador caliente en ofensiva, no estuvo fino en el tiro de 3 e intentó repartir el goleo entre sus todos sus jugadores para contrarrestar la ofensiva de Sanchez. La única "mancha" para Sporting en el parcial fue que Gustavo Gutiérrez sumó su tercera falta rápidamente. Peñarol sufrió lo mismo con Ciganek, a quien lo mandaron a marcar a J.P. Sánchez y se fue a sentar tras unos minutos sin poder controlarlo, pero debido a su rotación más amplia no fue tan determinante.

En el segundo cuarto, Peñarol realizó un gran ajuste defensivo sobre Sánchez y Sporting por unos minutos estuvo perdido en su ofensiva. El escolta convirtió sólo 4 puntos en el parcial, pero por única vez en el encuentro Nalpatian tomó protagonismo en ataque. Pero Sporting seguía sumando problemas. Materia, reemplazo natural de los internos, también se cargó de faltas y Agliano se la jugó desde ese momento (y hasta el final del encuentro) por un quinteto más bajo y liviano con el ingreso de Feroce. Peñarol siguió repartiendo el goleo en ofensiva y contó con la mejor versión de Julián Morales que anotó sus ocho puntos en el segundo parcial.

Tras el descanso largo, Peñarol continuó con su plan defensivo sobre J.P. Sánchez y, aprovechando la ausencia de los internos rivales, comenzó a alimentar a Pablo Alderete en la pintura. El pivot milrayita alternó buenas y malas, pero fue el eje de la ofensiva del local. En el otro tablero, se dio una situación que por unos minutos dejó paralizada a la gente presente en el "Héroes de Malvinas". Christian Nalpatian fue en busca del rebote ofensivo y cometió su quinto foul. El interno se fue muy enojado al banco de suplentes y pateó una silla, lo que generó que una falta técnica y Nalpatian perdió el control. El episodio no pasó a mayores y entre todos los jugadores de Sporting lograron calmar y controlar a su compañero quién abandonó el campo de juego y no vio el resto del encuentro. Quizás la situación uno se imaginaba que podía favorecer a Peñarol, pero apareció Martín Feroce con dos triples y todo continuó con la misma paridad. Franco Didio, viniendo desde el banco, encontró el aro y mantuvo al local para llegar a los últimos diez minutos en 59 iguales.

El último parcial fue una copia de primero. Nuevamente apareció en escena J.P. Sánchez y se hizo dueño de las ofensivas de los Maristas. El mendocino convirtió 11 puntos y estuvo muy fino desde la línea. Peñarol se mantuvo a tiro con Ciarlotti y Franco Didio, pero sobre el final un triple de Feroce y un rebote ofensivo de Sánchez decretaron la historia e igualaron la serie.

Síntesis:


DT: Fernando Rodríguez



DT: Alejandro Agliano.

Parciales: 19-23; 36-39 y 59-59

Árbitros: Laveneziana, Álvarez y Aquino

Cancha: Centro de ex Combatientes de Malvinas

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