martes, 4 de octubre de 2016

Telefonos te atiende a domicilio




Teléfonos ya dejó de ser sorpresa. El conjunto del barrio de Los Pinares derrotó nuevamente a Peñarol. Fue victoria 77 a 67, con un gran trabajo de Federico Cabezas, autor de 35 puntos. El conjunto de Schvintt se mantiene en la punta del Torneo Oficial de primera división organizado por la Asociación Marplatense de Básquetbol.

Peñarol quería tomarse revancha del cotejo jugado en el Cementerio de los Cospeles, donde había caído categóricamente no solo en el resultado sino también en el juego mismo.

La historia comenzaba como se había jugado ese día. Teléfonos arrollaba literalmente a Peñarol en los primeros minutos, con intensidad defensiva, una marca zonal asfixiante, hacía que el local no pudiera convertir durante los primeros 5:47, en cambio Telefonos metiendo un parcial de 15-0 se adelantaba notoriamente en el marcador. Cabezas con 2 triples y un doble, se perfilaba para ser el jugador de la noche, bien acompañado por M. Camaras y la conducción de Oses. Peñarol era todo confusión y nerviosismo ( 3 faltas técnicas). El cuarto inicial era una sinfonía de básquet para el conjunto de Schivinat que lo cerraba 8-21.

Tunoni ( DT de Peñarol) no encontraba respuestas en su quinteto inicial y fue así que vinieron rápidamente las variantes para el segundo cuarto. Sentó a T. Monacchi ( jugador en Liga Nacional), Busca y Rodriguez, la entrada de Jaime le dio más velocidad y goleo al milrayitas, P. Monacchi complicó en demasía debajo del cristal y Telefonos era el que confundía el camino, fue así que se achicaba el margen a tan solo 3 puntos. El parcial terminaba 35 a 32 para los dirijidos por M. Schvintt.

El tercer cuarto fue verdaderamente apasionante y emotivo, porque Peñarol con sus jugadores relevos pasaba al frente en el marcador a falta de 5:10, un parcial de 7 a 3, dejaba a la “Peña” al mando por primera vez en el partido 39 a 38. Cabezas ya no desequilibraba el uno contra uno y la presión en todo el terreno obligaba a Teléfonos perder pelotas y a falta de 2:23 se estiraba aún más la diferencia porque Peñarol ya le sacaba 10 tantos ( 48-38). Schvintt inteligentemente paró el partido, tranquilizó a sus jugadores y los metió nuevamente en el cotejo, dándole confianza y serenidad, justamente fue la que tuvo L. Lopez Camelo, que con sus tiros abiertos de tres puntos achicaba la diferencia para entrar al cuarto final tan solo 2 puntos abajo ( 49-47).

Una de las armas predilectas de Teléfonos apareció, es el tiro de tres puntos, y Lopez Camelo de eso sabe y entiende a la perfección porque a falta de 8:58 para el cierre del partido, Telefonos tomaba nuevamente el mando en el marcador ( 50-52). Estaba para cualquiera el partido pero Telefonos lo seguia lastimando desde más allá de los 6,75mts. Nuevamente López Camelo y Cabezas les daba una estocada al milrayitas, obligando a Tonini pedir minuto  porque a falta de 5:46 estiraba diferencias de 7 puntos ( 57-64).
Insinuó una reacción con la aparición nuevamente en el partido de T. Monacchi, pero Cabezas, intratable, incontrolable y desequilibrante en el uno contra uno, con un tiro de tres puntos y a falta de 1:36, la diferencia se estiraba a 5 puntos, Peñarol ya había gastado la última vida, anímicamente y físicamente se vío doblegado, esperando que llegara el final del partido.

Ilusión sobra, Telefonos está pasando un gran momento. Hay confianza en sus jugadores y se nota el trabajo de su cuerpo técnico. Ellos seguramente no quieren que los tilden de candidato, pero si siguen en este camino, no va a quedar otra. Triunfo que los consolida en lo más alto del Torneo.



Síntesis:

Peñarol (67): Tieri 12, Busca 1, Gorosterrazú 2 (X), T.Monacchi 8 y Rodríguez 5 (FI). P.Monacchi 12, Fazzini 12, Jaime 10, A.Monacchi 5 y Valdez 0. DT: Tunoni.

Teléfonos (77): Oses 0, Cabezas 35, Todisco 5, M.Cámara 6 y Cocciolone 4 (X) (FI). J.Cámara 0, F.López Camelo 11, Sirochinsky 4, Rojas 0 y L.López Camelo 12. DT: Schvintt.

Parciales: 8-21, 32-35 y 49-47.

Árbitros: Leguizamón – Pagani.

Cancha: Microestadio Domingo Robles (Peñarol).




Fuente: Horacio Carlos Zavaleta

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