jueves, 17 de marzo de 2016

Alejo Meire "Es imposible no ilusionarse"

El base de Unión habló con Pisando Línea y contó lo que dejó la serie con Regatas de San Nicolás, y lo que viene con Racing de Chivilcoy.





Alejo Meire, jugador de Unión dialogó con Pisando Línea sobre su decisión de venir a Mar del Plata, su vida como jugador y empresario gastronómico, su trayectoria y su análisis sobre el básquet en general


P.L -Tenías varias opciones para elegir. Por qué Unión de Mar del Plata?.

A.M- En realidad yo soy amigo de “Tato” y Fernando Rodríguez, ellos me ofrecieron un proyecto gastronómico. Yo venía de jugar el Torneo Federal con en Atenas de Mendoza, había jugado el pre federal con Independiente de Avellaneda dos meses antes. Se dio la oportunidad esta, sabía que tenía que resignar algunos meses de jugar básquet profesional. Coincidió justo que estaba Javier Abadie y otros chicos de Unión que yo conocía. Ya había entrenado el año pasado porque mis padres viven acá. Me gustaba el equipo, sabía que se entrenaba bien y me gustaba el plantel. En realidad coincidió todo.


P.L- ¿Cómo repartís tu vida entre la gastronomía y el básquet?

A.M- Cuando vine para acá sabía que el básquet iba a tener que pasar a un segundo plano aunque mucho no me gustaba. Sabía que tenía que dejarlo un poco de lado, pero cuando empezás a jugar, a competir es difícil sacarte el chip, y tenés la necesidad de estar físicamente y baquetbolisticamente bien. A veces se complica porque uno tiene que estar acá en el restaurant. Nos turnamos igual porque somos cuatro. Cuando me toca venir, trato de llegar temprano, cortar para entrenar y volver de nuevo. Por momentos se hace muy cansador, pero me gusta estoy contento, mis socios son mis amigos también. Me ayudan mucho me hacen las cosas más fáciles.


P.L- Es más fácil porque tus socios vivieron del básquet.

A.M- Si, vivieron del básquet y a un nivel muy alto. A comparación de lo que jugaron ellos, el tiempo que a mí me demanda no es nada. Ellos lo comprenden me apoyan y son los primeros en preguntarme o mandarme un mensaje cuando juego, para saber cómo me fue. Lo tienen muy en claro.


P.L- Situación paradójica, Decís que venías teniendo que dejar un poco el básquet de lado pero Unión esta a un paso de poder llevarte de nuevo al federal en menos de un año .

A.M- Si. La carrera de un jugador tiene esas cosas que nunca sabes donde podes terminar. Yo vine muy relajado, tomármelo más tranquilo, y ahora estoy jugando una semifinal, que es en realidad la final por el ascenso. Ya de amateur no tiene nada. Ganamos el otro día en San Nicolás. Necesitamos ganar ahora acá de local y después viajar y ganar afuera. Son quince días que uno está pendiente de eso, y es difícil no estar pensando, como cuando jugás un torneo federal. Etc.


P.L- ¿Cómo definirías a Unión como Club?
A.M- Me encontré con un club muy ordenado que sabe bien lo que tiene y lo que no. Eso es importante. Hay clubes que muchas veces creen que tienen más y terminan en cualquier cosa. Es un club muy ordenado, tengo contacto con los dos dirigentes, Leo Cordeiro y Rodrigo Otamendi. La verdad que se comportan de diez. Están muy cerca de los jugadores, del equipo, están en todos los detalles y nuestras necesidades. Es un club de muchas familias y eso me hace sentir muy cómodo. Los chicos también. Es un grupo que está junto hace un montón. Yo me sentí muy bien desde el primer momento. Me integré muy rápido.


P.L- Si ascienden y te piden que te quedes, ¿lo haces sin pensarlo?.

A.M- Sí. En verdad uno quiere seguir jugando a nivel profesional, y jugar en este club y en esta ciudad a todo el mundo le gustaría. Yo siempre les digo a mis compañeros que si llegamos a ascender va a haber una cola de chicos hasta Colón, de jugadores de Mar del plata que quieran jugar acá. Jugar un torneo nacional en clubes que no sean Quilmes o Peñarol es un incentivo para todos. Nosotros que estamos ahora en el equipo tenemos que aprovechar la posibilidad que se nos da. Pero hay que estar tranquilos.

P.L- Contanos un poco de tu trayectoria, porque estuviste en muchos lugares.

A.M- Yo empecé de chico en Obras cuando me reclutaron, vine un año a Peñarol, y me hice amigo de Tato y de Fernando (Rodríguez). Después anduve por todo el país. Jugué el TNA para Regatas de San Nicolás, para Bragado. Jugué en Mendoza, en Anzorena, equipo que ahora está jugando el Federal. El último año estuve en Atenas de Mendoza, también por el Torneo Federal, y también jugué un torneo que dura dos meses en Capital Federal que es el pre Federal, para Independiente de Avellaneda. Desde los 17 años juego de manera profesional. Salvo estos meses que decidí parar un poco. Me tocaron lugares muy lejos, viajé por todo el país. Estaba un poco cansado.

P.L – Estuviste por muchos lugares. ¿Cómo ves el nivel de Mar del Plata con respecto a las diferentes ligas y regiones de nuestro país?

A.M- Vi pocos partidos locales, pero noté que hay mucha diferencia entre Peñarol y Quilmes y el resto. Y no le hace bien a la competencia. Unión por suerte tiene un equipo armado de hace rato y también saca mucha diferencia. Creo que la posibilidad de ascender para unión sería muy bueno para toda la liga. Para la competencia interna de Mar del Plata. No es fácil llegar a la Liga Nacional. Es un Paso muy alto. Pero tener un equipo en un Torneo Federal va a alimentar a muchos chicos que a los 18 años por falta de un equipo de marplatense en el Federal se tienen que ir a otros lugares y a veces no están preparados.


P.L- Es interesante lo que plantéas. ¿Con tu trayectoria que consejo podrías darle a los chicos que quiere seguir viviendo del básquet?.


A.M- Lo principal es que te guste. Te tiene que gustar mucho. Cuando yo tenía 18 años era distinto, yo vivía en el club, entrenaba con cuatro categorías diferentes. Cuando empezás a salir afuera, no es como en tu club donde están tus amigos, tu técnico. Te pueden pasar muchas cosas, lindas y feas. Tenés que estar seguro de lo que querés. Si dudas un poco, te pasan por arriba. Te tiene que gustar y tenés que saber que así como vos querés jugar hay miles de chicos buscando lo mismo que vos. Es una competencia, más que nada con uno mismo, si dudas, otro va a ocupar tu lugar. Tenés que estar más fuerte de la cabeza que el resto, entrenando sabiendo que no podés regalar nada y comprender que no todos pueden vivir de esto, muy pocos son los privilegiados. Es un camino duro si querés vivir del básquet.


P.L- Decís que antes era diferente y se pasaban la vida en el club. ¿Sentís que se empezó a perder un poco eso?.

A.M- Para mí sí. En todos los clubes donde estuve, lo noté. Vas a las dos de la tarde y no hay nadie. Vas a las tres y hay un entrenamiento y ni bien se termina, los chicos se van. Eso cambió. Yo capaz haría lo mismo. Te vas a jugar con amigos a la Play Statión. Antes era diferente, nuestros padres nos dejaban todo el día en el club y estábamos todo el día con la pelota. Por más que no entrenes estabas aunque sea jugando contra la pared. Y eso hacía que después todos los compañeros sean tus amigos. Mis amigos son los de toda la vida, desde mini básquet. Eso se perdió un poco. Es otra época. Hay muchas cosas hoy para hacer y uno no sabe qué haría con 15 o 16 años.


P.L- ¿Te gustaría seguir ligado al básquet cuando termines tu etapa como jugador, lo pensaste?.

A.M- La verdad no lo pensé, todavía pienso como jugador. Aunque es verdad que ya tengo 30 años y la carrera no es tan larga. Obviamente yo lo veo con gente como Tato o Fernando. Jugador se es toda la vida. Uno puede pasar años sin ver un partido, pero lo llevas adentro, es difícil desligarse del todo. Mi papá fue jugador. En mi casa siempre se respiro básquet. Seguramente siga ligado a este deporte, por más que me gustan otras cosas como este emprendimiento en Mar del plata con el cual también quiero crecer.


P.L – Para finalizar, hablemos de tu otra faceta. ¿De qué se trata este emprendimiento gastronómico Stout?.

A.M- Es un restaurant y bar americano. Es el típico bar americano en el que hay constantemente televisores compartidos, se pasan deportes todo el tiempo. Tiene las típicas comidas americanas que aquel que visitó Estados Unidos seguramente conoció. Está basado en ese modelo: hamburguesas, aros de cebolla, etc. Hay cerveza tirada, artesanal. La comida se hace toda con materia prima americana. Nos costó mucho llegar a eso, conseguir la materia prima y las recetas. Es una buena opción para disfrutar y aprovechar en la ciudad. Estamos muy contentos.

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