Unión de Mar del Plata comenzará a disputar las seminfinales
del Torneo Provincial de Clubes este sábado, cuando reciba a Racing de
Chivilcoy en el quincho, en la serie al mejor de tres juegos que dará un lugar
en la final y un pase al Torneo Federal.
El equipo celeste viene subiendo un escalón cada año y está
muy cerca de conseguir su objetivo. Sin embargo, tuvo que sufrir para llegar a
esta instancia.
Además de unos cuartos de final contra Regatas de San
Nicolás donde lo que más se destacó fue la paridad, los tres partidos
terminaron en 3 puntos de diferencia o menos para el ganador y hubo tres
suplementarios, el equipo dirigido por “el gallego” De Paz también sufrió un
descuento de puntos durante la segunda fase que lo obligó a jugar de visitante
los playoffs.
Y casi se queda sin la chance de jugar ante los nicoleños
por el conflicto que hay entre la AMB y la Federación de Provincia. Tanto es
así, que tuvo que esperar una semana de más para arrancar la serie, que casi le
da el pase directo a Regatas a las semis y terminaba el sueño antes de tiempo
para el equipo marplatense.
¿Pero qué hizo Unión para llegar hasta acá? Como todos los
equipos del gallego, el celeste basa sus juegos en una defensa dura, tratar de
correr lo más posible y si no se puede, un ataque estacionado con mucho
movimiento de pelota, buscando el mejor tiro posible.
Así, habían conseguido el tercer lugar en la primera fase,
con una defensa que sólo permitía 65,3 puntos por juego, y un ataque que
producía 70,2 puntos.
Sabiendo que cerraban bien su aro, la dirigencia de Unión
salió a buscar jugadores que le dieron un poco más de versatilidad y goleo. La
búsqueda resultó en la llegada de los tres Alejos: Meire, Sánchez y Barovero
(llegó al final de la primera etapa, pero lo mejor se le vio en la segunda)
En ellos trajeron un base con un gran pick and roll y goleo,
un escolta con muy buena defensa hombre a hombre y tiro externo, y un
alero-pívot de mucha altura para la categoría, con muy buen juego de poste,
tiro de media distancia y lectura de juego.
Con ellos en la rotación, Unión levantó el goleo
considerablemente, y entre la segunda fase y los cuartos de final está
promediando 83,9 puntos por juego, más de 13 sobre lo producido en la zona sur.
Por su parte, la defensa se vio un poco afectada, ya que paso de un 65,3 a un
73,3, pero es razonable, teniendo en cuenta que subió el nivel de los rivales a
medida que avanzó la competencia.
Otra diferencia que se puede observar es la cantidad de
variantes que tiene ahora. Entre Cupeiro, Varas y Abbadie siempre estaba el
máximo anotador del equipo, y entre ellos cargaban con los puntos de la
ofensiva. Ahora con Barovero, y sobre todo Meire en los últimos partidos, se ha
ampliado de gran manera ese reparto.
Y donde se nota más esa nueva versatilidad es en la pintura.
Por años fue donde Unión más sufrió en las instancias finales, porque siempre
dio mucha ventaja en centímetros a sus rivales. Ahora tiene un trío de internos
con mucha calidad, altura y que dan distintas opciones al técnico. Con el
correr de los juegos, Abadie y Cupeiro ya juegan casi de memoria, con pases muy
precisos en la pintura y buenas rotaciones defensivas. Además, Julián le abre
espacios en la llave a Javier con su tiro externo
. Si
reemplaza Barovero a Abadie, las cosas se pueden mantener más o menos
similares, ya que tienen un juego parecido entre ellos y se complementan de
igual manera con Cupeiro. Pero cuando están en cancha juntos, generan una gran
disparidad en tamaño con sus rivales que nunca tuvo el celeste.
En resumen, Unión lleva 17 victorias y 7 derrotas en lo que
va de competencia (aunque su récord diga que está 16-8 debido a la sanción ante
Ferro), con 72,2 puntos a favor y 67,3 en contra de promedio.
Y a pesar de todo lo recorrido hasta acá, las dos victorias
más importantes serán las que tenga que salir a buscar desde este sábado,
cuando arranquen las semifinales, porque ellas logrará el tan ansiado ascenso
al Torneo Federal.
Por Pablo Firpo